…Toda historia de amor- toda épica de la gestión del deseo vinculada a la construcción de personajes, o sea a la gestión de la representación- es en primer lugar, y antes que nada, una historia del ojo.
José Luis Brea.
Hoy, mientras miraba a través de aquel aparador, me preguntaba, que tanto poder tiene esa mirada, que tanto esa mirada domina y obliga, incide sobre el otro, provocando una historia no contada, sólo deseada, lo evidente se convierte en un juego de poder donde el artista propone y el otro, el espectador, disfruta su represión lasciva, trastocando su piel, sintiendo lo creado como propio, cada una de esas imágenes que surgen del consiente colectivo, acaso no es verdad, acaso este ente urbano y natural voyeurista busca más allá de la simple vestimenta, con su gran poder, la mirada nuevamente tiene la razón de la sin razón, la inercia del ojo que marca la línea en movimientos cadenciosos objetos de sutil deseo, que escenifican su propia dirección, estos artistas se muestran confrontándose uno frente al otro, en retos eróticos, en pasiones aprendidas y no reprimidas, la sospecha hace pensar y reflexionar sobre lo que se puede en aquella fantasía o imaginario del cuerpo contra cuerpo, transgrediendo la eterna libertad de mostrar lo bello, me alejo de aquel aparador que hoy cambia de temporada, y sus desnudos maniquíes no despierten mi lascivo pensamiento.
Noviembre, 2009.
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| Bébeme de la Serie Erotismo y Cotidianeidad, 2011. Serigrafía. |
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| Bébe de mí de la Serie Erotismo y Cotidianeidad, 2011. Serigrafía. |
