“Cuando adoro una cosa más que otra, adoro tan sólo la extensión de mi cuerpo o de una parte de mi cuerpo. Tú no eres más que la réplica deslumbrante de mí mismo…”[1]
Walt Whitman
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Fetiche mimetizado, de la serie Fetiches, 2013
Cestería, tejido en telar vertical y cestería sudanesa.
Ixtle y algodón.
41x 27 x 30 cm.
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Todos encontramos estímulos diversos como accesorios de los encuentros sexuales, tales como zapatos, pañuelos, cabello, pieles, medias, vestidos especiales, corsés, etc., sin embargo Desmond Morris advierte que el fetichismo es una malgrabación con “la imagen de un compañero determinado, este tipo de individuo queda sexualmente fijado sobre un objeto inanimado que se hallará presente a la sazón”[2], dicha grabación perdurable y muy poderosa, se da en el momento de nuestro primer descubrimiento sexual significativo. En ocasiones, se sobredimensiona la importancia del fetiche en la vida de los individuos, al grado de convertirse en un elemento indispensable para lograr un encuentro erótico afortunado e incluso lo aísla por su altamente especializada forma de grabación sexual, llegando al extremo de convertir al objeto en sustituto del propio compañero.
Es justo en el punto de la significación, donde logro identificar el momento exacto de mi entrada al mundo del fetichismo sexual y la predilección por el uso de lencería en la escena erótica, ya que al ser expuesta por Otro, frente a un espejo, para consumir mi imagen y mostrarme lo que ante sus ojos le maravillaba; sin darse cuenta, dicha acción me permitió convertir a ese Otro en objeto de mi propio deseo, además inconscientemente construí una reafirmación de mi existencia y me descubrí como ser sexual deseable.
Ese instante tan significativo en mi vida, se convirtió como dijera Francis Bacon “…Lo que el acto físico ha sido convertido en la obsesión se convertirá después en trabajo”[3], ahora el fetichismo es parte de mi investigación plástica. Las piezas que comprenden la serie Fetiches, están basadas en prendas de mi propiedad y son el medio de creación de un doble metafórico donde el corsé, como elemento fetichista por excelencia en el arte erótico, me sirve no para constreñir el deseo sexual de la mujer, sino como elemento que sobrepasa esa barrera y resignificándolo, ya que mimetizado, fundido con el cuerpo de la mujer como uno mismo, da paso a la obtención de placer erótico que le brinda el usar esa prenda en los encuentros sexuales.
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Fetiche II , de la serie Fetiches, 2013.
Técnica propia.
Fibras de ocoxal y coco, hilo de lino y alambre.
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El marco contextual del proyecto plástico que presento, guarda además una ínfima relación con los postulados de género y los feministas, ello sólo en los matices del uso del cuerpo como medio de expresión y autoconocimiento; de hecho debo aclarar que mi intención no es la de formular una propuesta artística orientada a la deconstrucción de estereotipos ni ensalzar mi postura como mujer sometida, la finalidad es la búsqueda de respuestas a un tema público y privado a la vez, el sexo; en especial mi desenvolvimiento como partícipe activo de mi propia sexualidad.
En las piezas que forman parte de esta serie, se emplea el autorretrato artístico, en especial se recurre a la categoría de la cabeza fragmentada, establecida por la investigadora Carla G. El autorretrato junto con la experimentación con técnicas y materiales, se vio un tanto influenciada por lo que tiempo atrás había leído acerca de los postulados feministas, en los que se plantea el uso del propio cuerpo como medio de expresión y de la mujer como objeto, mismos que asumí literalmente logrando una propuesta donde recurriría a los fragmentos.
El inicio de esta vinculación del fetichismo con mi propuesta plástica se dio en una primera prenda titulada Dulce sensualidad,2006; baby doll que fue seleccionada para participar en el concurso Modales 2006, esta pieza fue realizada con diferentes clases de bombones y lo que se proponía era sobreestimulación del gusto durante el encuentro sexual.
Por otro lado, la pieza titulada Fetiche mimetizado, 2009; es una pieza tridimensional en forma de corsé a tamaño natural, confeccionado con cordón de ixtle de dos cabos y cordón de algodón, partiendo de tres técnicas textiles: cestería, tejido en telar vertical y cestería sudanesa.
Fetiche II, 2011; es un baby doll construido a partir de hilo de lino, fibras de ocoxal y coco; materiales que por sus características me permitieron crear un doble de uno de mis accesorios en proporciones 1:1.
La forma de cada una de estas piezas no es arbitraria, ya que fueron concebidas a partir de prendas de mi propiedad, reforzando aún más la idea de la búsqueda de un doble de mi propia carne, de mi deseo; usándolo y convirtiéndolo una y otra vez en objeto de deseo para el voyeur.
